lunes, 11 de enero de 2016

Los narco corridos, expresiones culturales de la violencia.

Los jóvenes y su incursión en la delincuencia organizada no es casual. Aunque las causas son variadas, muchos de ellos, su primer contacto con esa forma de vida la tuvieron a través de los narco-corridos, música que se escuchaba entre sus amigos e inclusive en su hogar. Posteriormente es más fácil de normalizar todo ello y sentirse identificados de formar parte de pandillas o “crew” que se mueven en su barrio y que suelen tener un lema de “lealtad” pero que se involucran en la delincuencia.
Con el aumento de la multa a quien interprete este tipo de música se ataca uno de los muchos flancos actualmente abiertos en el problema de la inseguridad. Los narco-corridos y las narco-canciones son una muestra folklórica no sólo de lo que ocurre en diversas ciudades, sino que atiende además la necesidad de la delincuencia organizada por celebrar sus acciones y modo de vida.
Se puede decir que el prohibir los narcocorridos en lugares públicos no erradicará la violencia o dará fin a los grupos delictivos, pero si contribuirá a disminuir la tasa de jóvenes que son motivados a incursionar a estos grupos por imitar a estos supuestos “héroes fuera de la ley” que el único fin es la delincuencia organizada y el privar de la vida a personas que se interponen o están en el lugar equivocado, la línea de fuego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario